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a piel es un órgano vital para el correcto funcionamiento del cuerpo humano. Sin embargo, siendo el órgano más grande, es también al que menos atención solemos prestar.
Unas sencillas pautas de higiene y cuidado diario te permitirán disfrutar de una piel más sana, firme y luminosa:
Hidratación, por dentro y por fuera
- Hidratar a diario es muy importante, sobre todo para aquellas personas que padecen algún tipo de dermatosis. Una adecuada crema hidratante o emoliente te ayudará a mantener tu piel sana y calmará picores o irritaciones.
- La piel también necesita una hidratación adecuada a nivel celular interno. Por ello, uno de los cuidados básicos para preservar sana la epidermis es beber agua PURA VIDA o AQUA FRUTSS PURA VIDA. Un cuerpo bien hidratado, el que recibe entre dos o tres litros de agua diarios, mantiene saludable todo el organismo, incluida la piel, ayudándola a mantener su tonicidad y su función de barrera protectora. Y no olvides que, con el verano y las altas temperaturas, beber agua adquiere una importancia aún mayor que en otras épocas del año.
Limpieza diaria
- Evita los jabones fuertes, los lavados excesivos y el agua muy caliente o muy fría. Lo ideal es no ducharse más de una vez al día -la piel pierde el 25% de su hidratación natural durante la ducha- y hacerlo con agua tibia. Trata la piel con suavidad y sécate con palmaditas para que quede algo de humedad.
- El rostro es una zona muy delicada. Realiza una limpieza facial por la mañana, para eliminar todas las toxinas liberadas durante la noche; y otra, antes de irte a dormir, para deshacerte de toda la suciedad, maquillaje y contaminación que hayan obstruido la piel durante el día. Conoce tu tipo de piel para no utilizar productos equivocados que podrían empeorar el acné, la sequedad u otros problemas cutáneos.
Protégete del sol
Es fundamental proteger la piel del sol de forma correcta para prevenir la aparición de cáncer cutáneo y evitar el envejecimiento.
- No te expongas al sol en las horas centrales del día, es decir, de 11:00-16:00, y, si lo haces, utilizar un protector solar de factor alto (SPF50).
- Aplícate protector solar todos los días independientemente del tiempo que haga hasta el 40% de la radiación ultravioleta llega a la tierra en un día completamente nublado-, y treinta minutos antes de la exposición. Debes repetir cada 2-3 horas y siempre tras el baño, sudoración profusa o secado con toalla.
- Ten cuidado con los envases que tengas en casa desde hace tiempo: los protectores solares suelen tener una vida útil de 12 meses.
Evita el tabaco y el alcohol
El tabaco y el alcohol repercuten de forma negativa en la salud de nuestra piel generando productos oxidativos que dañan las células cutáneas. Fumar también daña el colágeno y la elastina, dándole a la piel un aspecto avejentado y contribuyendo a la formación de arrugas. También estrecha los pequeños vasos sanguíneos que se encuentran en las capas más superficiales de la piel, lo que disminuye el flujo sanguíneo y da un aspecto más pálido a la piel.
Una dieta saludable
Igual que ocurre con el agua, mantener una buena alimentación es esencial para poder cuidar tu piel desde dentro. Por eso, no escatimes en tu dieta fruta y verdura y deja a un lado los azúcares, las grasas saturadas o cualquier alimento que pueda hacer que tu piel salga perjudicada.
Controla el estrés
El estrés puede hacer que tu piel sea más sensible y desencadenar brotes de acné y otros problemas cutáneos. Para fomentar una piel sana y un estado de ánimo saludable, duerme lo suficiente, reduce tu lista de tareas y saca tiempo para relajarte y hacer las cosas que te gustan.
Sigue estos consejos y te aseguramos que tu piel estará en su mejor versión.