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a piña es una de las frutas más apreciadas, por sus cualidades de sabor, textura y aroma sin dejar de mencionar sus valiosas propiedades nutritivas y curativas.
Aparte de su dulzura, la piña es abundante en potasio, yodo y vitaminas A, B y C. Contiene un 85% de agua, hidratos de carbono y fibra, y provee grandes beneficios nutricionales y de salud.
Es excelente para las dietas adelgazantes. Impide la agregación plaquetaria, con lo cual evita que la sangre se coagule y, de esa manera, previene las embolias y los infartos del corazón.
Entre sus muchos aportes, la piña está recomendada en el tratamiento se padecimientos tales como:
- Retención de líquidos (actúa como diurético)
- Problemas de tránsito intestinal y estreñimiento (por su gran poder laxante)
- Hipertensión, colesterol y anemia
- Intoxicaciones (funciona como depurador)
- Trastornos del sistema inmunológico (refuerza en la disminución de defensas y ayuda a la formación de glóbulos rojos y blancos)
- Problemas degenerativos y cardiovasculares
- Mala circulación sanguínea
- Obesidad
- Problemas en el crecimiento óseo, tejidos y sistema nervioso en los niños.
¿Cómo elegir una piña en su punto?
- Olerla y confirmar que desprende su aroma característico.
- El color de la cáscara es más bien naranja dorado, menos verde.
- Fijarse que no está sudando en la parte de abajo.
- Al jalarlas, las hojas centrales se desprenden fácilmente.
¿Cómo se recomienda consumirla?
Como cualquier fruta, se recomienda consumir la piña fresca, en rodajas o cubos.
La bromelina se desactiva cuando se procesa o calienta, por lo que comiéndola cruda es la mejor forma de aprovecharla.
¡Disfruta todos sus beneficios!